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Mostrando entradas de enero, 2012

Logoi, una gramática del lenguaje literario de Fernando Vallejo: inmejorable obra de referencia para el escritor

Estoy fascinado con esta excelente obra que ha llegado a mis manos dieciocho años tarde. Desde que la conseguí, hace un par de meses, no he dejado de recomendarla a todos mis colegas escritores y amigos. Por supuesto que algunos la conocen desde su primera edición en 1983, otros la han perseguido infructuosamente por las librerías de muchos países y por los servicios de ventas por la Internet. Ahora, afortunadamente el Fonde de Cultura Economica ha hecho una tercera reimpresión y se consigue fácilmente en las librerías. No puedo insistir lo suficiente en el carácter esencial de esta obra para todo escritor, ya sea novato, avanzado o maestro. Para el primero, se constituye en una guía básica de cómo el lenguaje escrito se diferencia del lenguaje hablado y cómo usar los numerosos recursos que el primero ofrece, ilustrados con  múltiples y variados ejemplos de los maestros del oficio. Para los avezados escritores que creen que ya dominan la técnica, en mi opinión,  Logoi es una obra p

La literatura de viajes como modelo y guía para el escritor

En los últimos años he descubierto el vasto universo de la literatura de viajes. Si bien ella siempre ha estado allí, mi curiosidad, tan inquieta por los mundos narrados no había dado tregua para concederme el permiso para asomarme a este género de manera seria y consistente. El libro que me abrió este mundo es Stones of Aran: Pilgrimage del inglés Tim Robinson. Esta obra se ocupa, en una densa, meticulosa y preciosa prosa, de describir los accidentes geográficos del contorno de la mayor de unas islas en la bahía de Galway, en Irlanda, donde Europa deja de ser Europa y mira a lo lejos al continente americano. Parecería absurdo o innecesario dedicar más de trescientas páginas de abigarrada prosa para describir únicamente el agreste litoral de Inis Mor, que a pesar de ser la mayor de las tres islas de Aran su área cuadrada apenas alcanza los treinta y dos kilómetros cuadrados. Sin embargo, el libro no se limita a una descripción fría de los accidentes geográficos del perímetro de la