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Mostrando entradas de octubre, 2014

Las XII parábolas apócrifas de Juan Manuel Roca

por Philip Potdevin Dice el maestro Roca: “Tal vez el misterio de la poesía consiste en convertir flores en fuego, en fundar el mito, atrapar el imposible” en alusión a George Frazer, autor de La Rama Dorada, quien en un pasaje de El origen de la locura en África , menciona que una tribu que invadía a los malayos entró en contacto con una desconocida flor roja. Se reunieron en círculo alrededor de ella y extendieron sus brazos para calentarse. Así es la poesía de Roca, como una flor roja que sirve para calentar nuestros espíritus en épocas de vientos helados de muerte y desolación sobre nuestro planeta amenazado por su propio y peor depredador. En la preciosa y pulcra edición presentada por Cuadernos del violinista de las XII parábolas apócrifas (junio de 2014), Juan Manuel Roca nos hace evocar, en cada una de estas, la presencia del ángel terrible de la historia. Aquel que Paul Klee representó como Angelus Novus y que luego Walter Benjamín recogió en sus célebres Tesis

Noviembre en Poniente de Philip Potdevin gana mención en el Concurso Nacional de Poesía de la Casa de Poesía Silva

El poema Noviembre en Poniente obtuvo segunda mención en el concurso La poesía en el amor , organizado por la casa de Poesía Silva. El jurado compuesto por Carmen Millàn, Eduardo Uribe y Giovanni Quessep, informó que llegaron 2515 poemas al concurso.  Noviembre en Poniente Philip Potdevin L’amore piu non è quella tempesta. Giuseppe Ungaretti Y el vello del fruto que tortura los dedos del amor Yannis Ritsos Tu non m'abbandonare mia tristezza sulla strada Eugenio Montale Noviembre y sus tripas no se saciarán jamás Se hermanaron con esta comarca hace tres meses… ¿o cuatro? Como el huésped que se rehúsa a marchar a pesar de la escasez Como la dolencia que se acomoda para ser cargada un largo viaje. No hay cabida para más cruces en la hoja del almanaque Como víctimas de la pandemia que se procrean sin fin. Estos setos no se riegan con líquidos vestigios Estos parques no se cierra

Hye, el cuento ganador de Jairo Andrade en el Premio Distrital de Cuento Ciudad de Bogotá 2014

Hye * Jairo Andrade Abrí la escotilla poco después del mediodía. Dadas las circunstancias, era la primera vez que veía el mundo. Un manto de niebla impedía ver a unos pocos pasos, también era difícil respirar. El ardor en los ojos me hizo extrañar la máscara. «Debí ponérmela antes de salir», pensé. Una inesperada contraparte se interpuso: debía rechazar cualquier cosa que proviniera de un ser humano, yo mismo incluido, por supuesto. ¿Cómo confiar en la especie, si éramos artífices de la obscenidad que me rodeaba? La arboleda y el jardín se habían evaporado. En su lugar encontré un área rocosa lamida por el viento corrosivo. En el hangar, la avioneta parecía indemne; seguro todavía funcionaba. Incluso tenía combustible, en media hora podría llegar a la península. Pero estaba decidido: dejaría que la radiación cumpliera con su tarea, daba lo mismo dónde. Pensé caminar hasta el pueblo, sólo por curiosidad, pero estaba muy débil. Me senté en el suelo, apoyado contra la rueda de