por Philip Potdevin El filósofo coreano-alemán Byung-Chul Han ha denominado la sociedad en que vivimos la sociedad de la trasparencia. La trasparencia es el nuevo paradigma en donde no hay lugar a ninguna sombra, a ningún secreto, allí nada está velado. "La omnipresente exigencia de trasparencia, que aumenta hasta convertirla en un fetiche y totalizarla, se remonta a un cambio de paradigma que no puede reducirse al ámbito de la política y de la economía." Hay una hiper-visibilidad que deviene en pornografía. El detalle, el acercamiento, la minucia de lo gráfico, lo escénico, del producto y su empaque se vuelve obsceno. En la sociedad de la trasparencia todo se alisa, no hay arrugas; todo se convierte en positividad. En esta sociedad no hay cabida a la negatividad, sólo hay lugar para el rendimiento. Por ello, la sociedad de rendimiento produce su propia reacción. Cuando el alto rendimiento (éxito, triunfo, reconocimiento, dinero, fama) no se alcanza,
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