Enamorarme de los libros* es abandonarme a una relación del más intenso erotismo con ella, la misteriosa, esquiva, coqueta, a veces elusiva y a veces generosa, a veces sagrada y a veces profana dama llamada La lectura . Enamorarme de los libros es identificarlos, buscarlos, perseguirlos, acosarlos, asediarlos hasta arrinconarlos para que al final caigan en mis manos, rendidos, exhaustos, vulnerables sin remedio, para aceptar ser violentados y ultrajados, rasgándoles esas vestiduras trasparentes que los cubren cuando vírgenes, que los encierran y no permiten examinarlos en su maravillosa desnudez de encendidas tapas, para abrir de par en par esos muslos, para separar esas nalgas y revelar su escondida joya: las cremosas hojas tejidas de signos negros que en su trama son una forma de excitación mayor que las medias caladas de una femme fatal . Enamorarme de los libros es dejarme seducir por su olor, por la tinta, el papel, la cubierta y el lomo; es rendirm...
Comentarios sobre literatura, el oficio de escribir y pensamiento crítico