La lectura de El amigo del desierto , de Pablo d'Ors, pomposamente subtitulado Relato de una vocación , constituyó una gran desilusión para mi. Es una pena que se haya desaprovechado la posibilidad de hacer una excelente novela de tono místico. Lo que promete la contraportada, (con referencias al zen, a Rothko, Saint Exupery, Edmund Jabès, Charles de Foucauld, San Juan de la Cruz y al Maestro Eckhart), la solapa (con la semblanza biográfica del autor quien posee un doctorado en teología y publica con esta su sexta novela), los tres epígrafes, (uno de Thomas Merton, un proverbio árabe y un verso del Tao te King ), la dedicatoria a los padres claretianos y las páginas preliminares que anuncian unos Dramatis Personae , y luego unas Escenografías , resulta constituir un aparatoso andamiaje artificial y presuntuoso para un edificio narrativo que no logra ni estatura ni estructura, y muy poca estética. Pavel, es un oscuro personaje, de origen checo, que se vincula
Comentarios sobre literatura, el oficio de escribir y pensamiento crítico