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Mostrando entradas de julio, 2016

Elogio al bibliotecario público

Elogio a esa mujer u hombre que silenciosos deambulan entre estantes y libros, día tras día, semana tras semana, año tras año. Elogio a ese bibliotecario público que quizás llegó al oficio por accidente y hoy ha descubierto una pasión de vida, ama de verdad su oficio y se entrega con todo a él. Elogio a esa persona que abre puertas a jóvenes, niños y adultos para que se aventuren al fabuloso mundo de la lectura, a que descubran que las utopías son posibles y los sueños proyectos realizables. A esa bibliotecaria que no es guardiana sino anfitriona; que propicia a que muchas personas encuentren su vocación de escritor, de simple lector, de investigador, sociólogo, científico, médico, historiador, ingeniero o maestro. Elogio a ese bibliotecario que no es egoísta con sus tesoros, que los comparte generosamente; que vive entre libros —pero también entre personas—; que cuida de ellos, los mima, los limpia y los restaura, que propicia la ágil circulación del saber. Ser bibliotecario e

Carta abierta a los jóvenes de San Benito Abad, Sucre

Jóvenes del grupo de lectura de San Benito Abad que orienta Óscar López Apreciados jóvenes: escribo estas líneas sin conocerlos y sabiendo poco, demasiado poco de ustedes. Tenemos un amigo en común: Óscar López, a quien tampoco conozco pero es amigo mío y por quien hago votos por su total recuperación por los quebrantos de salud que me ha compartido. De ustedes sé, pues Óscar lo ha confesado, que les gusta la literatura; algunos escriben y casi todos leen. ¡Qué maravilla! Eso me ha llenado de emoción; de una profunda emoción que me ha impulsado a compartir con ustedes estas líneas y una parte importante de mi obra; creo que no puede haber mejor destino, en el país, para esos libros que la Biblioteca que frecuentan en torno a Óscar y el grupo que dirige y del que hacen parte, y si no me equivoco, se llama El santísimo . Fachada de la Biblioteca Pública Municipal de San Benito Abad, Sucre Y me he emocionado mucho pues sé que hoy día la lectura no es la primera op

Philip Potdevin en el Encuentro de Escritores Luis Vidales

Philip Potdevin nació en Cali en 1958. Es el nieto de Heinrich. Es escritor. Autor de una novela de belleza singular: Metatrón. Heinrich Potdevin salió en 1919 de Alsacia. Iba en busca de América con dos amigos en el mismo buque. Llegó a Cuba y hacía mucho calor para quedarse. Pasó a Veracruz y los revolucionarios mexicanos confiscaron sus bienes. En Cartagena la contemplación de la ciudad lo hizo quedarse. Durante la Primera Guerra Mundial no peleó porque era muy joven y estuvo aprendiendo pastelería. Fue el aprendizaje que le salvó la vida años después, ya que en Colombia consiguió con su arte de pastelero un primer empleo como chef en la cocina del Club Cartagena. Luego pasó a ser jefe de cocina ambulante en la construcción del oleoducto de la Tropical Oil Compañy. El oleoducto se construía en los dos sentidos, de Cartagena a Barrancabermeja y viceversa. Los dos tramos se encontrarían en algún lugar del Magdalena Medio entre 1920 y 1930. Heinrich Potdevin no imaginó que t

Era mucho el miedo, la nueva novela de Gloria Inés Peláez

El coraje frente a la adversidad Por Jorge Cardona Alzate (publicado en El Espectador el 3 de julio de 2016) En su segunda novela, la escritora manizaleña Gloria Inés Peláez, encara el reto de desentrañar la fortaleza de la mujer ante la tragedia, la violencia, el acoso, la incertidumbre y la soledad La historia se desata en el norte del Tolima, pero podría ser cualquier otra región de la Colombia rural de los últimos tiempos, donde la guerra ha hecho estragos. La protagonista es una muchacha joven, casi adolescente, sin padres, sin familia, con sus memorias de niñez deshechas tras la avalancha que borró del mapa al municipio de Armero. Su único arraigo es un hombre mayor que la hizo mujer y madre, un subintendente de la Policía que la lleva donde la institución lo ponga, sin opción distinta a enfrentar los azares de la violencia. Hasta que la guerrilla ataca la estación del pueblo donde viven y el suboficial entiende que antes que cobarde o padre está su deber, y mue