Pen
Internacional/ Colombia
Bogotá, mayo de 2013
El PEN Colombia de escritores –Asociación vinculada al PEN International, que propende por la libertad de expresión y los derechos humanos--, ante los permanentes y graves hechos de conculcación de libertades de expresión y ejercicio del periodismo (impreso y radial) que ocurren en el país, llama la atención al Gobierno nacional, a la Academia, a toda la Sociedad civil, sobre la necesidad de interrogar tanto la genealogía como las causas de poder de estos fenómenos. Ello, con el propósito de superarlas y afirmar el valor universal de la vida y una sociedad de convivencia, justicia y comunicación ciudadanas.
Entre estos hechos: 40 periodistas asesinados durante los últimos diez años (los más recientes, Guillermo Quiroz el 27 de noviembre y hace dos días el director de la emisora juvenil Radio Planeta, Alberto Lázaro del Valle); atentados (al periodista investigador de Semana, Ricardo Calderón); agresiones directas y amenazas (el año pasado hubo 150 agresiones directas y más de 80 amenazas a reporteros regionales, entre estas a Juan Manuel Escobar, a la emisora comunitaria indígena de Toribío, a comunicadores en Montería, Santa Marta, Barranquilla y Valledupar)); persecución (a Jineth Bedoya, a quien se le han violado todos sus derechos constitucionales); interceptaciones (a Hernán Peláez y al novelista Gustavo Álvarez Gardeazábal); leyes aprobadas o en trámite (las de inteligencia y de parodias radiales); intolerancia de altos funcionarios (demandas a Alfredo Molano, Salud Hernández Mora, entre otros comunicadores). Todo lo anterior, en impunidad flagrante en la mayoría de las situaciones.
En cuanto a la genealogía –histórica y socioculturalmente--, ésta tendría que ver con el origen de la intolerancia y sus violentas manifestaciones religiosas, políticas, económicas, en nuestra sociedad colombiana desde 1886 y 1887. La exclusión simbólica y real del Otro, la negación de sus diferencias en una geografía multicultural, exigirían investigar y conocer las matrices de la inequidad y las injusticias en leyes, educación, familia, sectores económicos e instituciones oficiales y privadas. Y la consecuente crisis de valores colectivos y de civilización que vivimos todos.
Las causas de poder generadoras de violencia, ayer y hoy, y los desarrollos sociales inequitativos e injusticias, en contextos económicos determinados por el mercado nacional e internacional, globalizados. Asimismo en relación con la instrumentalidad del poder –no solamente las violencias proteiformes del narco, del paramilitarismo, de la guerrilla, de las mismas fuerzas de seguridad del Estado: los núcleos o estructuras secretas, ocultas o clandestinas, que buscan y consiguen que ora un escritor ora un comunicador, “denuncie una situación o ponga en evidencia un personaje o grupo”. Con un objetivo único: “acallar una voz y apagar una luz que quiere iluminar algún rincón que alguien quiere mantener en la oscuridad” (Semana, N. 1618, pp. 28-29).
El PEN Colombia de escritores invita a todas las fuerzas vivas del país a investigar y conocer, de una parte, tanto la génesis como las causas reales y actuales de las violencias –materiales y simbólicas— en el país, especialmente, las violencias contra escritores y comunicadores; para, de otra parte, diseñar escenarios posibles en los cuales el país sea para todos los colombianos, de igual forma para los escritores que lo narran y los periodistas que lo investigan y comunican, y construyen memoria de nación.
Carlos Vásquez – Zawadzki
Presidente
Corporación PEN Internacional/ Colombia
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